En todo el mundo, la gente ahora vive más tiempo y las tasas de natalidad están disminuyendo, las personas de edad avanzada constituyen una proporción cada vez mayor de la población del mundo. Esto significa que el número de personas mayores está aumentando muy rápidamente en comparación con el crecimiento global de la población mundial.
Para el año 2025 habrá el doble de personas “de edad” en el mundo de lo que había en el año 2000 (un aumento de 606 millones de personas a 1.2 mil millones de personas) mientras que para el 2050, 25 años más tarde, la población de personas de edad será tres veces mayor de lo que fue en el 2000: alrededor de 2 mil millones.1
Esta tendencia será experimentada en países alrededor del mundo en diferentes grados. En África, se espera que el número de personas mayores de 60 años de edad aumente al doble del índice mundial, de 38 millones en el 2000, a por lo menos 203 millones para el 2050. De hecho, se estima que 75% de las personas mayores de edad, vivirán en países de ingresos bajos a medianos para el 2025.
IMPACTO DEL ENVEJECIMIENTO EN LOS SISTEMAS ATENCIÓN OCULAR
Para muchos países de ingresos bajos, este aumento en el número de personas mayores será especialmente desafiante, ya que este cambio en la población puede ocurrir antes de que se haya logrado un desarrollo económico suficiente para hacer frente a sus efectos. En particular, el envejecimiento de la población pondrá una carga adicional sobre el sistema de atención médica en general.
La prevalencia de las deficiencias visuales aumenta con la edad. Aunque las personas de 50 años y más representan sólo el 19 por ciento de la población del mundo, más del 82% de las personas que viven con ceguera se encuentran en este grupo etario.2 El aumento en el número de las personas de edad en una población, por lo tanto, irá acompañada de un aumento en el número de personas con enfermedades oculares relacionadas con la edad, tales como la catarata y la degeneración macular.
Se puede esperar que los costos asociados con el tratamiento y la rehabilitación aumenten drásticamente en las próximas décadas.
En los países de bajos ingresos, las distintas generaciones tienden a vivir bajo un mismo techo y el papel de cuidar a las personas mayores recae principalmente en la familia. Los familiares también tienen que absorber los costos asociados con el tratamiento y la rehabilitación.
Sin embargo, en muchos países con ingresos medios y altos, las personas de edad, se encuentran cada vez más aisladas. Esto se debe a la ruptura de la unidad familiar y la necesidad de que familiares en edad productiva se muden para poder encontrar trabajo. Mientras las personas envejecen solas, sin familiares quien los cuide, los gobiernos tendrán que enfrentar una mayor presión para proveer atención médica; esto podría incluir el tener que absorber gastos de tratamiento y rehabilitación.
IMPACTO EN LA SOCIEDAD
No todos los costos asociados con un aumento en enfermedades relacionadas con la edad son financieros. La deficiencia visual tiene un impacto negativo en las vidas de las personas mayores, sus familias y la sociedad en general.
Las personas de edad avanzada con buena visión, pueden permanecer económica y socialmente activas a medida que envejecen, y de hecho lo hacen, lo que contribuye significativamente al bienestar de sus familias y de la sociedad en general. Esta contribución es particularmente importante en las poblaciones afectadas por el VIH y el SIDA, donde los niños pueden haber perdido a ambos padres y son cuidados por los abuelos. Lamentablemente, la deficiencia visual reduce drásticamente la capacidad de las personas mayores de contribuir plenamente, y esto tiene un impacto negativo en toda sociedad.