De la escuelita al equipo
En 2011 la Fundación Nano se abrió al mundo de fútbol para ciegos a través de un convenio con el Club Estudiantes de La Plata. Este deporte alcanzó popularidad en Argentina luego de que la selección nacional, «Los Murciélagos», ganara la Copa Mundial de 2002, disputada en Brasil.
Las familias con hijos ciegos empezaron a buscar espacios donde sus hijos pudieran jugar al fútbol, ya no al torbol y goalball, las disciplinas más tradicionales para disminuidos visuales hasta entonces.
Desde la Fundación fuimos madurando la idea y descubrimos en la pelota una forma de mostrar que la ceguera no es impedimento para reproducir los valores del deporte nacional más masivo: espíritu de equipo, inclusión social y motivación para una superación constante.
Elegimos no ser el equipo Fundación Nano. Nuestro objetivo era instalar la actividad y ser reconocidos por un nombre que tuviera peso propio en el profesionalismo. Así firmamos un convenio con Estudiantes de La Plata que nos permitió inscribirnos en la Liga Nacional bajo el mismo nombre, además de aportar la indumentaria e invitar a nuestros jugadores y alumnos a las actividades del club.
El nombre nos dio fuerza, presencia y popularidad. Nuestros profesores aportaron 25 años de experiencia en discapacidad y deportes para consolidar un proyecto que mezcla la pasión y pertenencia futboleras con la posibilidad de una mejor rehabilitación a través del juego grupal.
Conformamos el equipo superior y la escuelita de futbol para ciegos. Este proyecto es único en Argentina: una institución privada, especializada en rehabilitación que ofrece la actividad de manera gratuita a niños ciegos de toda la provincia de Buenos Aires.
Las clases se desarrollan en el Instituto San Alfonso de Bella Vista, escuela que generosamente cede el espacio desde 2012.
En su primer año, el equipo superior salió campeón de la Liga Nacional de Fútbol para Ciegos y desde entonces nunca bajó del cuarto puesto de la tabla final.
Hoy, después de ocho años de trabajo, la escuelita nutre al equipo superior y nunca sumó incorporaciones: su propia cantera forja el equipo titular.
En el plantel se destacan tres figuras de la Selección mayor, “Los Murciélagos”: el arquero Darío Lencina, el goleador Juan Ignacio Oviedo y David Peralta, referente del equipo. Además, Ezequiel Álvarez integra la selección juvenil.
Creemos que la escuelita es un lugar único que triangula a los niños con las familias y el deporte. Por todo esto valoramos que todos los que participan sigan siendo socios de esta aventura tan linda que se llama fútbol.